Cada día, alrededor de seis personas son atacadas por perros en la provincia. La mayoría de las víctimas son menores, varones de entre 1 y 5 años, y en el 80% de estos casos las mordeduras son causadas por perros con dueño (los adultos sufren más las dentelladas de canes callejeros). Un alto porcentaje de las agresiones a chicos se producen en entornos cercanos a la víctima: en su propia casa, en la del vecino o en la de un familiar.
"La mayoría de los chicos sufre lesiones graves, o sea las localizadas en cara, cuello, genitales y dedos. Y en estos casos lo más probable es que el autor del ataque sea un perro de raza peligrosa, como rotweiller y pitbull", aclara la doctora Stella Maris Sánchez, del hospital de Niños, uno de los tres centros de referencia de la provincia. Allí se realiza tratamiento con vacunas antirrábicas, junto al Hospital Avellaneda y el Vacunatorio de la familia (Mate de Luna 1.935).
Sánchez recomendó qué hacer ante una mordedura. "Hay que lavar con agua y jabón y luego concurrir al centro de atención más cercano. Controlar si el herido tiene la antitetánica y luego dirigirse al centro antirrábico de referencia para consultar sobre la vacunación y la observación del animal agresor. Se suele indicar la vacuna antirrábica ante la mordedura de un animal silvestre y de un can si la lesión es grave o si es leve, pero el perro desaparece", señaló. Aclaró que la rabia es mortal y que desde hace varios años (desde 1994) no se registran casos en la provincia. "En Argentina el último caso de rabia humana se dio en 2008. En esto hay que estar muy atentos porque la enfermedad está latente", concluyó.